viernes, 21 de septiembre de 2012

Pues ya es otoño. En el año, este es el periodo más raro, ninguna estación huele como huele el otoño cuando se aproxima, el tiempo transcurre de manera distinta. No sé explicarlo bien, pero sucede algo así: se caen las hojas, el paisaje se vuelve dorado, se caen las hojas, las aves se alejan, se caen las hojas, los puños del viento golpean con más fuerza… y se caen las hojas…
 
Ese es el otoño y ha llegado, cada septiembre regresa sin previo aviso para marchitar las flores, para ahuyentar a los animales, para tirar las hojas, así que, antes de comenzar mi colección de hojas muertas, he decidido recopilar algunos títulos literarios que nos hablan del otoño con la certeza de que siempre un buen libro ayuda a sobrellevar cualquier estación, de cualquier modo, generalmente (salvo por los documentos digitales) también son hojas.


Después del verano pegajoso y húmedo, con su luz excesiva, el otoño ensaya su gama de colores en los parques y sus nostalgias en los corazones. El sol sigue siendo radiante, pero modera sus ardores y no molesta a nadie.
(Fragmento de Otoño azul, José Ramón Ayllón)



El otoño del Patriarca - Gabriel García Márquez
Editorial Diana, 1975

Cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia, y es que esta novela esboza a ese dictador sin algún tipo de educación, guiado por el avasallamiento y la fuerza en contra de su pueblo para lograr sus objetivos. En un país ficticio, que no lo es tanto porque existen muchos como éste, situado a orillas del Caribe, García Márquez narra la historia de un dictador que asume el poder por un golpe de Estado, conservándolo por más de cien años. Un tirano capaz de vender el mar a los norteamericanos a causa de sus deudas, e impulsado por la crueldad y las atrocidades sólo por mantener ese poder.

Con un estilo casi poético, García Márquez exalta la decadencia que conlleva la obsesión por el poder. Por ello, insisto, cualquier parecido con la realidad, es mera coincidencia.

Sucedió en otoño - Lisa Kleypas
Ediciones B, S.A., 2006


Lisa Kleypas ha preparado la saga Wallflowers: una serie de cuatro novelas románticas acerca de cuatro amigas. En cada novela verterá la historia de cada una de ellas en busca de encontrar al marido ideal. Ahora es el turno de Lilian Browman. Sí, soy de las que busca las historias de amor, pero no todas me enamoran como ésta, no sólo por el humor dentro de ella, sino por la propia protagonista, Lilian ha llegado a Inglaterra, procedente de Estados Unidos y es esa joven que no encaja con las costumbres inglesas, además de no pertenecer siquiera a esa aristocracia. 
 
Eso es lo que me gusta de esta novela, que Lilian es justo lo que no busca ningún hombre de la nobleza: impertinente, efusiva y hasta fastidiosa, y menos Marcus Lord Westcliff, respetable aristócrata que encontrará en Lilian una extraña atracción pese a ser polos opuestos. La gastada fórmula de la incompatibilidad que termina en amorío, con el ingenioso y ocurrente estilo de Kleypas, termina por gustarme tanto que hela aquí en la lista otoñal.

El Otoño en Pekín – Boris Vian
Tusquets Editores, 1998

Seguro también te ha pasado: no conseguir subir al autobús que te lleva a tu destino o quizás, quedarte dormido en el transporte público y al despertar, la parada donde debías bajar ha quedado atrás. Esta es la historia de Amadís Dudu quien, una mañana, al intentar tomar el autobús para llegar a la oficina, se le complica más de lo habitual, situación que lo llevará al desierto de Expotamia para involucrarse con extraños sucesos que lo obligan a cuestionar la rutina, esas cosas que damos por hecho que siempre estarán allí y siempre serán así.  

El Otoño en Pekín es la historia del otoño inexistente, de un Pekín que, por más que busqué, no encontré, a cambio, saltaron emociones, sentimientos, el amor, la muerte, la irrealidad de la realidad.

Expotamia es el lugar donde se alojan todos los deseos, donde lo impensable es posible, ese lugar interno donde sólo uno mismo controla cada acción, es el lugar del placer con el que no pocos hemos soñado y sólo nos damos el lujo de escapar allí de vez en cuando. Con un toque de absurdo y como una sinfonía, la misma que acompaña a las páginas en tres movimientos, Amadís se envuelve con personajes que nos hacen descubrir esa necesidad casi inherente de sentirnos Dios por un momento y decidir el rumbo de nuestra vida

Nieve en Otoño - Irène Némirovsky
Editorial Salamandra, 2010

Es la revolución bolchevique de 1917, la familia Karin ha enviado a sus hijos a la guerra, quedando sólo como espectadores sin poder hacer nada, eso parece tan común que ni lamentarlo vale la pena, pero quien realmente lo padece es la sirvienta Tatiana Ivanova, una anciana de setenta años que ha visto nacer a los miembros de la familia, se ha encargado de su crianza y ha estado al pendiente como una verdadera madre.

Este es un homenaje a la servidumbre digno de contemplar en nuestra compilación de otoños, donde alude a una sirvienta que ante todo está su lealtad siguiendo a su familia hasta París sin importar que ésta haya perdido su estatus económico. Sin embargo, la nostalgia que embarga a la anciana por su hogar quien anhela ese invierno que en París tarda tanto y donde parece que todo se ha instalado en un adverso otoño, hace del relato algo realmente conmovedor.

Kinshu. Tapiz de Otoño - Teru Miyamoto 
Ediciones Alfabia, 2011

Yasuaki fue encontrado ensangrentado, con el cuello rasgado, acompañado por su amante, una geisha quien sí logró el cometido de quitarse la vida en lo que parecía ser un suicidio doble. Mientras Yasuaki se recupera de su fallido intento, Aki, su esposa, se separa de él influenciada por el padre sin buscar explicaciones, sin intentar saber qué sucedió, sin mediar una sola palabra sobre el asunto.

Desde su divorcio, diez años atrás, Yasuaki y Aki no se han visto, cada quien rehízo su vida, pero siempre, acompañados por dudas y una fuerte culpa. Tras un reencuentro en el Monte Zaô, los protagonistas comienzan un intercambio de cartas con el fin de aclarar lo sucedido, cartas que hablan de sus miedos, de sus resentimientos, de sus frustraciones y de esa voraz culpa, cartas que no buscan reencontrar a la pareja, sino devolver la paz a su pasado para continuar con su presente y buscar un futuro más prometedor y libre de los fantasmas del pasado.

No es la clásica novela romántica, sino un ejercicio que encierra una profunda tristeza, pero culmina con ese necesario perdón para continuar viviendo, con la necesidad de redimir errores a través de la comprensión no sólo de lo ocurrido, sino de los sentimientos de uno y, al mismo tiempo, del otro y que brinda ese descanso al alma sin verse obligados constantemente a detenerse a mirar el pasado, a volver a limpiar las heridas.

Otoño Azul - José Ramón Ayllón
Editorial Bambú, 2012

Paula y Nacho se cruzan en el tren, comparten el diario traslado a su respectivo colegio y, poco a poco, irán compartiendo, además, una amistad, la playa, el dolor de perder a un ser querido, libros, el amor… 
 
Ubicado en un otoño de Barcelona, con un tinte esperanzador y lleno de emociones, Otoño azul es una reflexión sobre el dolor de la muerte, pero también nos recuerda aquellas cosas bellas de la vida, las más simples, las más comunes, ésas que no valoramos hasta perderlas. Dos personajes dotados de una gran humanidad con sueños e ideales, con ansias de experimentar la vida y enfrentarla pese a sus altibajos hacen que sí, éste sea mi favorito de la colección.
 
Otoño en el corazón - Lavyrle Spencer
Editorial Javier Vergara, 1996

Y para cerrar la lista, otra historia de amor, que al cabo es la estación romántica, dicen algunos…, Otoño en el corazón es quizá la clásica novela de ese amor obstaculizado por la diferencia de clases sociales, pero hilvanada tan minuciosamente que es capaz de tocar fibras sensibles. Lorna, la hija mayor de la acaudalada familia Barnett, no parece ser exactamente lo que demanda la sociedad, especialmente para una época tan conservadora como la retratada en esta obra (1895). 
 
Fascinada por los deportes considerados no femeninos como la navegación y tan poco fiel a las normas sociales, Lorna se enamora de Jens Harken quien ha cometido el delito de no pertenecer a esa clase social acomodada de la cual proviene ella. Jens, un simple empleado del padre de Lorna, pero con firmes ilusiones de convertirse en un gran constructor naval, ha llegado para cambiar los planes de la familia Barnett quien ya ha diseñado la vida amorosa de la hija al lado del opulento Taylor du Val. 
 
Una historia inocente que ilustra fielmente la hipocresía de esa sociedad rígida que antepone el qué dirán y las “buenas costumbres” a los sentimientos.
 
Seguramente la cantidad de libros que hablan sobre esta estación trágica y romántica a la vez es infinita, aquí sólo una pequeña porción para disfrutar.

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