miércoles, 26 de marzo de 2014

Para el ilustrador Cheeming Boey no hace falta más que un vaso desechable de unicel y un marcador para dejar brotar su lado más artístico. Inspiradas en grabados en madera japoneses, sus detalladas ilustraciones sobre los vasos son verdaderas piezas de arte, tanto que muchas de ellas se cotizan hasta en mil dólares. Su fantástica colección comenzó en 2009 luego de que Boey, al no encontrar papel para escribir mientras estaba en una cafetería, descubriera que una hoja no era fundamental cuando se trataba de plasmar sus ideas.


Boey, originario de Malasia, estudió Animación Digital en Estados Unidos. Más tarde, con sus asombrosas ilustraciones sobre unicel se convirtió en la imagen de los marcadores Sharpie y su obra, conformada ya por más de 360 piezas, se ha expuesto en diferentes galerías de Estados Unidos llamando la atención de múltiples revistas de arte. 

Esta creativa serie ameniza nuestro día tanto como el propio café de los vasos, y demuestra que hasta lo que no imaginamos puede convertirse en una pieza artística sin importar el precio del material, sólo se necesita dejar volar la imaginación.

Su trabajo completo se encuentra en la galería de Flickr de Boey donde el artista cuelga imágenes de cada uno de los vasos que ilustra.































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