miércoles, 4 de junio de 2014

Recientemente la librería El Péndulo lanzó una convocatoria para escribir de forma literaria instrucciones para realizar una actividad cotidiana. La idea está basada en el texto literario de Julio Cortázar: "Instrucciones para subir una escalera", obra que se desprende de su libro Historias de Cronopios y de famas publicado en 1962. 


Fragmento de "Instrucciones para subir una escalera" (Soda Graphibs)


Esta obra contiene además otras curiosas instrucciones que nos revelan cosas que nadie nos dijo cómo hacerlas, pero tuvimos que aprenderlas; otras cuentan con instructivo incluido, y aún así parece más sencillo aprenderlas a base de prueba y error; mas existen otras que parecen tan cotidianas, que son parte inherente a nosotros, pero cuestan más trabajo del que imaginamos, tanto que pocos escriben pasos tan detallados para realizarlas porque nadie sabe con exactitud cómo hacerlas... sin embargo, tal como el ejemplo de Cortázar, tenemos notables ejemplos de escritores que se han aventurado ha regalarnos un manual de esas cosas tan raras. 

Por eso, en esta ocasión, la colección va de esos textos que no son instrucciones para seguir al pie de la letra, sino creativas piezas literarias que merecen la pena repasarlas un par de veces.

Instrucciones para subir una escalera (fragmento) - Julio Cortázar
...Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. La actitud natural consiste en mantenerse de pie, los brazos colgando sin esfuerzo, la cabeza erguida aunque no tanto que los ojos dejen de ver los peldaños inmediatamente superiores al que se pisa, y respirando lenta y regularmente. Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se le hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie. (Los primeros peldaños son siempre los más difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria. La coincidencia de nombre entre el pie y el pie hace difícil la explicación. Cuídese especialmente de no levantar al mismo tiempo el pie y el pie).

Instrucciones para llorar - Julio Cortázar

Dejando de lado los motivos, atengámonos a la manera correcta de llorar, entendiendo por esto un llanto que no ingrese en el escándalo, ni que insulte a la sonrisa con su paralela y torpe semejanza. El llanto medio u ordinario consiste en una contracción general del rostro y un sonido espasmódico acompañado de lágrimas y mocos, estos últimos al final, pues el llanto se acaba en el momento en que uno se suena enérgicamente. Para llorar, dirija la imaginación hacia usted mismo, y si esto le resulta imposible por haber contraído el hábito de creer en el mundo exterior, piense en un pato cubierto de hormigas o en esos golfos del estrecho de Magallanes en los que no entra nadie, nunca. Llegado el llanto, se tapará con decoro el rostro usando ambas manos con la palma hacia adentro. Los niños llorarán con la manga del saco contra la cara, y de preferencia en un rincón del cuarto. Duración media del llanto, tres minutos.

Instrucciones para dar cuerda al reloj - Julio Cortázar

Allá al fondo está la muerte, pero no tenga miedo. Sujete el reloj con una mano, tome con dos dedos la llave de la cuerda, remóntela suavemente. Ahora se abre otro plazo, los árboles despliegan sus hojas, las barcas corren regatas, el tiempo como un abanico se va llenando de sí mismo y de él brotan el aire, las brisas de la tierra, la sombra de una mujer, el perfume del pan.

¿Qué más quiere, qué más quiere? Átelo pronto a su muñeca, déjelo latir en libertad, imítelo anhelante. El miedo herrumbra las áncoras, cada cosa que pudo alcanzarse y fue olvidada va corroyendo las venas del reloj, gangrenando la fría sangre de sus rubíes. Y allá en el fondo está la muerte si no corremos y llegamos antes y comprendemos que ya no importa.

Aprenderás/Manual de supervivencia (fragmento) - William Shakespeare

Después de algún tiempo aprenderás la diferencia entre dar la mano y socorrer a un alma, y aprenderás que amar no significa apoyarse, y que compañía no siempre significa seguridad. 
Comenzarás a aprender que los besos no son contratos, ni regalos, ni promesas...

Comenzarás a aceptar tus derrotas con la cabeza erguida y la mirada al frente, con la gracia de un niño y no con la tristeza de un adulto y aprenderás a construir hoy todos tus caminos, porque el terreno de mañana es incierto para los proyectos y el futuro tiene la costumbre de caer en el vacío.

Manual para no morir de amor - Walter Riso

Niégate a sufrir por amor, declárate en huelga afectiva, haz las paces con la soledad y atempera la necesidad de amar por encima de todo y a cualquier precio. Rescata el amor propio, tu primer gran amor a partir del cual se generan los otros. Muchos quedamos atrapados en nichos emocionales a la espera de que la suerte cambie, sin ver que somos nosotros mismos quienes debemos hacer nuestra revolución afectiva. Cada quien reinventa el amor a su manera y de acuerdo a sus necesidades y creencias básicas; cada quien lo contruye o lo destruye, lo disfruta o lo padece. No morir de amor es rechazar cualquier vínculo afectivo que nos sujete a una relación enfermiza o limitante.




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