La geografía de cada lugar esconde, sin duda, un universo más abstracto que vías, caminos, montañas, altiplanos, ríos o calles... es quizá, metafóricamente, el retrato de vivencias, sentimientos y emociones. La serie de imágenes en tinta y lápiz creada por Ed Fairburn da muestra de ello donde rostros humanos van trazándose sobre las líneas de los mapas.
En efecto, el artista utiliza como lienzo los mapas topográficos de distintas épocas donde recrea rostros que se conjugan e integran a la perfección con los colores y las líneas de los planos. El ser humano aparece en primer plano como mínimo elemento sobre el feroz universo.
El ingenio de Ed Fairburn para aprovechar todos los recursos que le ofrece el terreno de cada mapa nos regala a los espectadores una delicada colección con la que bien podrían reemplazarse los atlas escolares y las enciclopedias geográficas de las bibliotecas.
El resultado visual garantiza una vez más que los recursos son lo de menos frente a grandes ideas y que los límites de la creatividad van también por nuestra cuenta.
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