martes, 15 de abril de 2014

Luego de escribir su nombre en el pizarrón; una sorprendente juguetería, un tanto tétrica pero juguetería al fin; se levanta frente a los ojos de Alma, quien descubre al interior de la tienda una muñeca exactamente como ella; una muñeca dispuesta a retar su curiosidad... a atrapar, sí, su alma. 

Esta es la premisa de Alma, un corto animado escrito y dirigido en 2009 por el español Rodrigo Blaas, colaborador de Pixar, quien utiliza el mundo idílico de los niños para poner ante nuestra vista el profundo e insospechado infierno de una juguetería que se convertirá en la peor pesadilla.  


Sombrío, desolador y hasta terrorífico es el ambiente que prevalece en Alma, sin embargo, hace uso de una atractiva técnica visual con coloridos escenarios y encantador diseño estético. Imposible negar la calidad en su animación, pero sobre todo de un creativo guión que logra mantenernos a la expectativa. 








Por supuesto, la incursión de niños y juguetes en una escena poco convencional, inquietante y perturbadora, siempre generará una revolución de emociones. Blaas con un simple juego de palabras entre el nombre de la niña (Alma) y el hilo conductor de la historia irremediablemente destroza nuestra ilusión de ternura y dulzura que suponen los primeros segundos del corto.




Ganador como mejor corto animado en La Short Fest y en el Festival Internacional de Animación (Animacor) en España y como mejor Opera Prima en el I Castelli Animati de Italia, la historia de esta cinta, con sus apenas 5 minutos y medio de duración, es capaz de robarnos la tranquilidad, el aliento y hasta el alma.

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